viernes, 4 de noviembre de 2011

Sida


Es la enfermedad que se desarrolla como consecuencia de la destrucción progresiva del sistema inmunitario (de las defensas del organismo), producida por un virus  denominado Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
La palabra SIDA proviene de las iniciales de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, que consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos patológicos. El SIDA no es consecuencia de un trastorno hereditario, sino resultado de la exposición a una infección por el VIH, que facilita el desarrollo de nuevas infecciones oportunistas, tumores y otros procesos. Este virus permanece latente y destruye un cierto tipo de linfocitos, células encargadas de la defensa del sistema inmunitario del organismo.
Transmisión:
Se puede resumir en tres modos de contagio:
1º por relaciones sexuales, 
2º por la relación materno-filial durante el embarazo, y 
3º por medio de contacto con sangre contaminada (transfusiones, jeringuillas).
Cualquier relación sexual con una persona seropositiva aporta el riego de que se haya producido contagio a la persona sana. Una madre puede transmitir la enfermedad a su bebe al dar a luz o al amamantarlo. Por último, las personas que utilizan y comparten jeringuillas en el uso de la droga tiene gran riesgo de contaminarse con el VIH y otros virus.
Portadores y enfermos de SIDA
Se llama portador a la persona que, tras adquirir la infección por el VIH, no manifiesta síntomas de ninguna clase. Se llama enfermo de SIDA al que padece alguno de los procesos antedichos (infecciosos, tumorales, etc), con una precariedad inmunológica importante. Tanto el portador como el enfermo de SIDA se denominan seropositivos, porque tienen anticuerpos contra el virus que pueden reconocerse en la sangre con una prueba de laboratorio.
En líneas generales, desde que una persona se infecta con el VIH hasta que desarrolla SIDA, existe un período asintomático que suele durar unos 10 años. Durante este tiempo el sistema inmune sufre una destrucción progresiva, hasta que llega un momento crítico en que el paciente tiene un alto riesgo de padecer infecciones y tumores.
Se estima que, por término medio, existen alrededor de 8 (de 5 a 12) portadores por cada enfermo de SIDA.
En ausencia de tratamiento la evolución natural de la enfermedad por el VIH aboca necesariamente al desarrollo de SIDA al cabo de unos años. Así ocurre actualmente, por desgracia, en los países subdesarrollados.
Cura
La erradicación del VIH en los pacientes infectados no parece posible con los tratamientos actuales. Propiamente hablando, hoy el SIDA es incurable. Sin embargo, muchos de los procesos oportunistas que comprometen la vida de los pacientes con SIDA tienen tratamiento eficaz. Además, la administración de fármacos anti-retrovirales ha permitido alargar considerablemente la supervivencia de los sujetos seropositivos, de manera que la enfermedad se ha convertido en un proceso crónico.
A pesar del amplio desarrollo que ha alcanzado la investigación de esta enfermedad en los últimos años, no parece aún cercana la posibilidad de disponer de una vacuna eficaz.
Prevención del SIDA 
En el caso del SIDA, prevenir no es simplemente mejor que curar: es la única cura.
Desde el punto de vista epidemiológico, la prevención más eficaz es cuando se aborda en los primeros estadios, más que en los últimos a través de condones y jeringuillas estériles. Por lo tanto conviene actuar en "el proceso de producción de la enfermedad", luchando para que no crezcan las prácticas de riesgo, y los grupos de riesgo. Si los grupos de alto riesgo no disminuyen y no varían su conducta, nadie puede asegurar que la enfermedad será erradicada y que la difusión del SIDA disminuya, ya que mientras persistan los comportamientos que favorecen la transmisión, habrá un aumento de los infectados y un crecimiento de la enfermedad.
Desde el punto de vista epidemiológico, la prevención más eficaz es cuando se aborda en los primeros estadios, más que en los últimos a través de condones y jeringuillas estériles. Por lo tanto conviene actuar en "el proceso de producción de la enfermedad", luchando para que no crezcan las prácticas de riesgo, y los grupos de riesgo. Si los grupos de alto riesgo no disminuyen y no varían su conducta, nadie puede asegurar que la enfermedad será erradicada y que la difusión del SIDA disminuya, ya que mientras persistan los comportamientos que favorecen la transmisión, habrá un aumento de los infectados y un crecimiento de la enfermedad.
Con el SIDA no nos encontramos sólo un problema estrictamente sanitario, como querrían algunos, también es un problema ético. En este caso, es "La consecuencia de un abuso práctico de la sexualidad en modalidades incorrectas de frecuencia y lugar, y en sus combinaciones con circunstancias de drogadicción o promiscuidad"
La prevención no es sencilla, pues se trata de una enfermedad del comportamiento.
"La estrategia fundamental de prevención a la hora de enfocar el problema del sida se apoya básicamente en un trípode de objetivos que son: disminución del riesgo de contraer infecciones por VIH en los usuarios de drogas por vía parenteral, información a la población general y educación para la salud y en valores para los jóvenes y adolescentes".


 ·         Teniendo relaciones sexuales con una sola pareja que no esté infectada y que a su vez sólo tenga relaciones contigo
·         Evitando el intercambio de fluidos corporales mediante prácticas de sexo sin penetración
·         Usando una barrera que impida ese intercambio, como el condón masculino de látex o el femenino de poliuretano, que empleados correctamente evitan el contagio
·         Practicando la abstinencia de las relaciones sexuales

Para evitar el contagio del VIH por vía sanguínea en las transfusiones usa sangre que haya sido analizada y esté libre de virus.
El virus también puede transmitirse por compartir jeringas y agujas que hayan estado en contacto con la sangre de un portador del VIH o de alguien que esté enfermo de SIDA, se recomienda utilizar siempre jeringas y agujas desechables.
La embarazada seropositiva debe recibir asesoría muy completa sobre los riesgos que corren ella y su futuro hijo, de manera que pueda tomar decisiones conscientes e informadas. En México, actualmente existe un medicamento que administrado a la madre durante el embarazo reduce en forma importante la posibilidad de que el bebé nazca infectado.
        EL PRESERVATIVO: 
La mayor parte de las campañas contra el SIDA en muchos países del mundo se hace promocionando el preservativo. En un mundo pluricultural no se pueden aplicar las mismas medidas en todos los países. No se pueden realizar las mismas campañas sobre el SIDA sobre colectivo o sectores de la sociedad que difieren en sus costumbres, sus edades, su formación, etc.
Recomendar el preservativo, y  la responsabilidad y el rechazo de comportamientos peligrosos.
Es importante que la información de lo que es el SIDA y sus formas de transmisión llegue al último rincón del mundo, pero no todo es información, la educación es mucho más, y ahí debería incidir toda campaña sobre el SIDA.
EN NUETRSO PAIS EXINTE ALREDOR DE 13MIL PEROSNAS DE ENTRE 14 Y 29 AÑOS INFECTADAS CON EL VHI/SIDA.

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